¿Qué es Trabajo Biográfico ?

Cada ser humano constituye un hecho insólito, y su biografía es la expresión de su INDIVIDUALIDAD. Al observar nuestra propia biografía sentimos que no se trata de algo que ya ocurrió, sino de algo que se sigue construyendo. Esa forma no puede ser vista, pero todos vivimos en ella, es cambiante, dinámica, aunque su existencia como fuerza nos pase inadvertida.
Podemos descubrir que disponemos de un repertorio de historias, contenidas en nuestra biografía, que nos pueden dar respuestas a nuestro sentido, a NUESTRO PROPÓSITO MÁS PROFUNDO.
Así, el Trabajo Biográfico consiste en descubrir en cada etapa de la vida los ritmos, las características y los arquetipos que se esconden en ella; aprender a observar las crisis como exigentes demandas de cambio, y las leyes que rigen nuestra vida desde el punto de vista del alma, teniendo en cuenta la influencia del cosmos en nuestro día a día.

¿Para qué hacer tu Biografía?
Para desarrollar una visión de pájaro sobre tu vida, comprendiendo el porqué de los sucesos que responden a un arquetipo vital. Esto te permite sentirte más libre y ser más consciente en el presente, y así poder proyectarte mejor en el futuro.
Para permanecer vibrantes a lo largo de la vida debemos estar constantemente entrelazando nuestros temas en nuestras narrativas vitales, recordando nuestro pasado, vislumbrando nuestro futuro, REAUTORIZÁNDONOS.
No se trata de curar, no es simplemente una reconciliación y elaboración de conflictos emocionales, es una oportunidad de encontrar un sentido trascendente a estos conflictos, entendiéndolos como el medio que nos va a permitir que llegue lo que desea y anhela profundamente nuestra alma y corazón.
Y de eso es precisamente de lo que se trata al hacer nuestra biografía, de elevar a la conciencia todo ese movimiento, toda la fuerza que nos impulsa. Nuestro pasado brilla hasta la actualidad, despertando nuevas decisiones y metas para el futuro.



ANTECEDENTES DEL TRABAJO BIOGRÁFICO



El trabajo biográfico nació en los años 70. El psiquiatra holandés Bernard Lievegoed observó que muchos de los pacientes que llegaban a su consulta no padecían enfermedades mentales pero buscaban ayuda para comprender y superar periodos de crisis, dificultades especiales, o para hallar un sentido más profundo a su vida.


Ante el vacío que para estas personas y estas cuestiones presentaban tanto la psiquiatría como otras psicoterapias, desarrolló el Trabajo Biográfico, como proceso de acompañamiento y ayuda para quienes atraviesan fases críticas de su vida, e igualmente como herramienta de autodesarrollo.


Preguntas existenciales de profundo significado sobre quienes somos, hacia donde vamos, y sobre el porqué y el para qué de nuestra vida, necesitan hoy día una respuesta que solamente nos es válida si surge de un proceso vivencial propio.


El trabajo biográfico, la Biografía, está fundamentada en la imagen del ser humano que propone la Antroposofía: un ser humano integral y trascendente, visto como entidad individual y única, cuyas capacidades y cuyo destino se manifiestan a través de los acontecimientos de la vida. Responde a la necesidad de comprender plenamente estos acontecimientos y su sentido, observándolos y trabajando con ellos a la luz de las leyes del desarrollo humano. De esta forma, asistimos al nacimiento, en nuestro interior, de un sentimiento profundo de confianza en el futuro y en nuestras propias fuerzas.


Distingamos, pero, que la Biografía no es una psicoterapia en el sentido convencional del término, ya que no trabaja con nuestra parte psíquica, sino que apela directamente a la conciencia que reside en el núcleo del ser humano, el Yo.
La Biografía se utiliza como trabajo de desarrollo personal, y en este sentido es curativo, ya que, al ponernos en contacto con las capacidades e ideales que provienen de nuestra parte espiritual, nos ayuda a estar en la vida con una actitud generadora de salud, más consciente y más libre.
Se utiliza también como terapia en caso de problemas concretos: ante crisis, dudas, conflictos internos, momentos de desorientación originados por cambios súbitos y/o pérdidas personales, así como en otros trastornos de ámbito psíquico.
Y como acompañamiento de enfermedades crónicas: cáncer, enfermedades reumáticas, respiratorias, cardíacas, metabólicas, u otras, en colaboración con otros profesionales.

FUNDAMENTOS DEL TRABAJO BIOGRÁFICO


La esencia de la vida es la metamorfosis, el cambio, todo fluye y se transforma, lo único “inmutable” es el cambio. La biografía humana es un testimonio físico, anímico y espiritual de este fenómeno. 
Los cambios físicos son tan obvios que no merecen descripción alguna, los cambios anímicos son mucho más difíciles de evaluar y los cambios más profundos trascienden nuestra posibilidad ordinaria de juicio. Lo real y verdadero para el ser humano es el grado de conciencia que pueda desarrollar para captarlo, y eso es lo que facilita la Biografía.
A la hora de abordar el estudio de nuestra vida, podemos estudiarla desde el normal tránsito entre el nacimiento y la muerte, con sus posibles apreciaciones sobre los cambios a nivel físico y anímico, o bien ir un poco más allá e indagar de cara a encontrar respuestas para comprender situaciones o resolver crisis que me permitan adaptarme y fortalecerme como persona; o puedo ir todavía un poco más atrevidamente a cuestionarme el sentido de mi existencia, buscando conectar con algo esencial, enfrentándome a la “certeza incierta” de que tengo un destino que cumplir, que hay un “estar” que tiene que ver conmigo: ”Eso me resuena” ...

Así, el abordaje de la propia biografía puede permitir el que, a partir de un profundo trabajo de investigación interno, podamos iniciarnos, abrirnos, permitirnos la captación de otros niveles de nuestra propia realidad, que hasta ahora no habíamos podido apreciar, al no tener una visión en perspectiva de los hechos de nuestra vida.
En nuestra vida, cuando la hacemos biografía, y no una mera sucesión de hechos que a mi me van ocurriendo, vamos rescatando pequeños y grandes momentos, recuerdos, sucesos..., que vistos en su conjunto tienen su ritmo, su propia ley...
Esa forma que va tomando nuestra vida se soporta en grandes leyes cósmicas, los ciclos vitales, los cambios, las transformaciones... Así como en la vida todo tiene su propia ley cósmica que lo rige, también nuestra vida la tiene, estamos inmersos en ese “gran ritmo”.
Visto el proceso biográfico desde esta dimensión podemos dejarnos sentir la vida como un recorrido que tiene su propio sentido, donde hay períodos para crecer, períodos para expandirnos y momentos en que dejamos de producir; tiempos de dar y tiempos de recibir; tiempos de recapitular y tiempos de iniciar...
Y lo más importante es que empieza a hacerse visible lo invisible y en un momento de intuición, atrapamos nuestro sueño, nuestro hilo conductor, nuestra guía... nuestro motivo, nuestra misión...nuestra propia necesidad y energía, nuestro peculiar y genuino ritmo.
Para llegar a esta toma de conciencia sobre nuestro destino debemos abordar la exploración desde un método que esté basado a su vez en el conocimiento de los principios que rigen estos ritmos, siendo este modelo ofrecido desde la Antroposofía el que cuenta con esta amplia visión de lo que es la vida, la evolución de la conciencia y el destacado papel del ser humano como parte y colofón de dicha evolución.
Para que esta investigación sea rigurosa debemos partir (como soporte metodológico) de lo visible, de lo observable, de lo palpable, de lo que tiene sentido para nuestra conciencia, que son los hechos, los sucesos, las experiencias que tienen su tiempo y espacio, su cuándo y su dónde… para desde ahí comprender, deducir, integrar los hechos como oportunidades de cambio, de crecimiento, intuir y llegar a lo invisible, a nuestro sueño, a un camino de salud y felicidad. “Sólo lo esencial es invisible a los ojos”.
Herramientas para el viaje.
La herramienta básica para la elaboración de una biografía es el RECUERDO. Y aquí hay que hacer una distinción entre memoria y recuerdo. Memoria, etimológicamente procede de la raíz “memo”, que significa tonto, el que repite sin sentir. Recuerdo procede de cordis, que significa corazón. El ordenador tiene memoria, el ser humano tiene recuerdos. 
Así, a la hora de hacer biografía no nos basamos en el hecho que ha memorizado nuestro cerebro de forma exclusiva, integramos ese hecho asociado a su sentir. El recuerdo es una función superior a la memoria y permite integrar el proceso vivido. Los sentimientos y emociones ligados a los hechos vividos impregnan nuestro ser y le dan la oportunidad de vivenciarlos de una manera más completa, siendo el recuerdo asociado al hecho mucho más rico, permitiendo ello a su vez que su mensaje y la posibilidad de transformación que trae sea más íntegra.
Otra herramienta importante que nos acompaña en el camino de recorrer nuestra vida es la ACEPTACIÓN. Aceptar con comprensión, con respeto, con cariño y con equilibrio lo que nos ha sucedido, lo que hemos hecho y no hecho. La experiencia terrenal es una sucesión de momentos dichosos y difíciles, y lo que debe primar es nuestra capacidad de aprendizaje ¿qué debo aprender de esto?
Para ello es importante hacer un esfuerzo de distanciamiento, de objetividad, de autoobservación calmada. La elaboración de la propia biografía es un trabajo silencioso, introspectivo, dejando el espacio para la resonancia de lo observado, a la vez que abriendo la puerta a otra herramienta importante que es la intuición.